El polio virus se transmite de persona a persona por medio de las secreciones nasales y de la garganta o por la ruta fecal-oral.
A través de la ruta fecal-oral, la poliomielitis se puede contraer indirectamente por la exposición al alimento o al agua contaminada o directamente a través de contacto con la materia fecal de un individuo infectado.
Una vez infectada una persona, puede convertirse en portador y continuar excretando el virus por sus heces durante muchas semanas.